¿Cómo aislar una pared húmeda?
Subidas capilares, salitre, mérula, moho… ¿Cómo aislar una pared húmeda?
Optimizar el aislamiento es esencial para garantizar el confort térmico de su hogar mientras se reducen los costos de calefacción. Sin embargo, cuando la humedad se infiltra, especialmente en las paredes, la tarea se vuelve compleja. Un aislamiento mal realizado puede atrapar la humedad, provocando daños estructurales. Para asegurar un aislamiento eficaz y duradero, es crucial tratar primero las fuentes de humedad. Descubra cómo detectar estas causas y tratarlas para luego proceder a aislar una pared húmeda, garantizando así un entorno sano y seco a largo plazo.
Aislar una pared húmeda para preservar la salud.
Además de su aspecto poco estético e incómodo, las paredes húmedas pueden tener consecuencias perjudiciales para la salud. De hecho, los problemas respiratorios, las afecciones articulares y las alergias pueden derivarse directamente de la humedad presente en su hogar. Por ejemplo, según la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (Anses), los mohos, al desarrollarse, producen compuestos orgánicos volátiles (COV) de origen fúngico, que pueden causar irritaciones e inflamaciones de las mucosas, como los ojos, la nariz y la garganta. Además, liberan micotoxinas que son particularmente nocivas para el sistema respiratorio, especialmente en individuos más vulnerables como bebés, ancianos o enfermos. A estos síntomas a menudo se suman picazón, dolores de cabeza e incluso, en algunos casos, trastornos neurológicos en niños pequeños.
Aislar una pared húmeda para evitar la degradación del edificio
La presencia de humedad en forma líquida o gaseosa en la envoltura de un edificio tiene un impacto directo en su estructura, siendo una de las principales causas de la degradación de las viviendas. A largo plazo, la humedad puede provocar un deterioro profundo de los materiales de construcción, con consecuencias potencialmente desastrosas. Por ejemplo, en una pared de piedra, el agua puede provocar gradualmente desmineralización y descomposición, reduciendo así su capacidad de soporte estructural. Del mismo modo, una fisura, aunque mínima, si no se trata, puede expandirse rápidamente, especialmente durante los meses de invierno debido a los ciclos de congelación y descongelación.
Optimiza el confort térmico y ahorra energía aislando una pared húmeda.
Una pared húmeda tiene un impacto negativo en su bienestar: favorece las sensaciones de frío en invierno (a pesar del uso de calefacción) y las sensaciones de calor en verano. Además, crea un entorno propicio para la formación de puentes térmicos. Estos puentes térmicos provocan pérdidas de calor, lo que se traduce en gastos energéticos innecesarios. Aislar una pared húmeda mejora el confort térmico de su hogar y permite ahorrar en calefacción a largo plazo.
En resumen, aislar una pared húmeda no solo se limita a mejorar el confort térmico de su hogar, sino que también juega un papel crucial en la reducción de los gastos energéticos y la preservación de la propia estructura de su vivienda. Al eliminar los puentes térmicos y reducir las pérdidas de calor, crea un ambiente interior más agradable mientras realiza ahorros significativos a largo plazo. Al invertir en el aislamiento de sus paredes húmedas, contribuye no solo a su bienestar, sino también a la durabilidad de su hogar y a la protección del medio ambiente.